En un giro que ha pillado a todos por sorpresa, Brad Pitt, el galán de Hollywood, aparentemente hizo un gesto sorprendente en honor a su exesposa, Jennifer Aniston. Este gesto inesperado dejó a la gente atónita y desató una oleada de especulaciones entre los fans y los medios de comunicación por igual. Según informes de MIRROR, Pitt había comprado la antigua casa conyugal que la pareja compartió durante su matrimonio, valorada en la asombrosa suma de 79 millones de dólares, con la intención de regalársela a Aniston.

La lujosa propiedad de Beverly Hills, donde Pitt y Aniston vivieron entre 2000 y 2005, había estado a la venta después de su divorcio. Las fuentes revelan que a Aniston le resultó difícil desprenderse de la casa y describió como uno de sus mayores arrepentimientos no haber comprado la parte de su exmarido Pitt en el momento de su separación.

Esta propiedad de cuatro dormitorios, adornada con pisos de mármol en la cocina, una piscina, una sala de pub con elegantes pisos de madera y una cancha de tenis, sirvió como una representación tangible de los sueños que la pareja, una vez profundamente enamorada, compartió durante sus años juntos.

Según se informa, Pitt y Aniston habían adquirido inicialmente la residencia y emprendieron un proceso de renovación de tres años antes de finalmente ponerla a la venta tras el anuncio de su separación. La decisión de desprenderse de la querida casa fue, según se informa, una fuente de profunda agitación emocional para Aniston.

“Cuando Brad y Jen se separaron, ella dijo que perder la casa de sus sueños empeoró el dolor de su divorcio, y uno de sus mayores arrepentimientos fue no haberle comprado la parte a Brad”, reveló una fuente cercana a la situación.

Pitt, conocido por sus grandes gestos, supuestamente compró la propiedad con el objetivo específico de sorprender a Aniston en su cumpleaños. Reconociendo la conexión sentimental de la estrella de FRIENDS con la casa, supuestamente tenía la intención de hacer un gesto que fuera más allá, con el objetivo de superar incluso sus sueños más extravagantes.

“Brad quiere hacerle un gesto a Jen que supere sus sueños más locos, así que cuando su antigua casa salió a la venta, supo que esa sería la compra que haría realidad todos sus sueños”, reveló la fuente.

El actor de Break Up ha expresado a lo largo de los años su añoranza sentimental por su antiguo hogar. Incluso después del divorcio, Pitt, según se dice, extrañaba la casa y le costaba dejarla atrás.

Las fuentes sugieren que la propia Aniston, durante las reuniones con Pitt, a menudo se refería a la propiedad de Beverly Hills, destacando cómo su actual mansión en Bel Air no estaba a la altura de los recuerdos de su hogar compartido.

Este regalo de cumpleaños inesperado de Brad Pitt desató las especulaciones sobre la naturaleza de su relación actual. Mientras los fans están ansiosos por conocer el estado de su relación, una cosa es segura: Brad Pitt ha puesto el listón muy alto en lo que se refiere a relaciones amistosas después de un divorcio en el mundo del espectáculo. Kevin Costner, ¿me estás escuchando?